Emma Raducanu: una nueva estrella en el firmamento del tenis

La tenista británica Emma Raducanu conquistó los corazones de los aficionados al tenis con sus impresionantes actuaciones en el US Open 2021. Nació el 13 de noviembre de 2002 en la ciudad canadiense de Toronto y, a los dos años, se mudó con sus padres a Inglaterra, cerca de Londres. Raducanu tiene antecedentes familiares internacionales: su madre, Renee, es de origen chino, y su padre, Ian, es de Rumanía. Ambos son académicos y trabajan en el sector financiero, lo que evidentemente ha influido en su hija Emma. En el verano de 2021, aprobó con éxito sus A-Levels, equivalentes al bachillerato alemán, y obtuvo un sobresaliente en matemáticas y un notable en economía.

De niña, Emma Raducanu practicaba muchos deportes: jugaba al baloncesto y al golf, hacía karting y motocross, esquiaba y montaba a caballo con regularidad y bailaba ballet. Es una gran aficionada a la Fórmula 1. Sus referentes deportivos son Simona Halep y Li Na, ambas procedentes de países con los que Raducanu tiene vínculos. Esta diestra de 1,75 metros de altura tiene la nacionalidad británica y canadiense y habla inglés, rumano y mandarín con fluidez. Aunque se siente cómoda en todas las superficies, Raducanu prefiere jugar en pista dura, la superficie en la que ganó su primer título importante.

Jugadora de fondo de pista con orientación ofensiva

Emma Raducanu es una jugadora de fondo de pista agresiva que siempre busca golpear la pelota lo antes posible, cuando aún está en ascenso, y devolverla con fuerza por encima de la red. Con su juego ofensivo, suele conseguir muchos golpes ganadores en sus partidos. Raducanu es conocida por sus golpes planos y potentes. Su revés a dos manos ha sido calificado como «de clase mundial» por la exnúmero uno británica Anne Keothavong. Además, la joven británica sabe jugar muy bien su revés como un slice a una mano para reducir la velocidad de los intercambios y perturbar el ritmo de sus oponentes. Sin embargo, no utiliza este golpe con mucha frecuencia.

Emma Raducanu también tiene un golpe de derecha bastante potente, aunque no tan seguro, regular y preciso como su revés. También tiene un potente primer servicio, que alcanza velocidades de hasta 180 km/h. Su arma más eficaz al sacar ha sido su servicio cortado, que utilizó con frecuencia en su camino hacia la victoria en el US Open, donde, por cierto, se impuso con un saque directo en la final. Con unos 150 km/h, el segundo servicio de Raducanu es más rápido que la media, lo que le permite jugar de forma ofensiva incluso cuando comete un error en el primer servicio. Sus devoluciones también son notables. Raducanu empuja a sus oponentes hacia el fondo de su propio campo, tomando las pelotas temprano y jugando con mucha potencia a lo largo de la línea. Ataca los saques cortos con rapidez para conseguir puntos directos con sus devoluciones. Con su excelente movilidad y visión de juego, su excelente juego de pies, su extraordinaria velocidad y su excelente capacidad de anticipación, la joven británica siempre es capaz de trabajar eficazmente en defensa. Aunque Raducanu juega la mayoría de sus peloteos desde la línea de fondo, también es una sólida jugadora de red gracias a sus efectivos golpes cortados.

De prometedora jugadora junior a ganadora de un Grand Slam

Como jugadora juvenil, la británica ganó varios torneos en la India con su sonrisa ganadora y alcanzó los cuartos de final de Wimbledon, lo que supuso su mayor éxito en un Grand Slam a nivel junior. En su camino hacia los cuartos de final del torneo, Emma Raducanu derrotó en la segunda ronda a la que más tarde sería su rival en la final del sensacional triunfo de Nueva York, Leylah Fernández. En 2018, la estrella británica debutó en el circuito profesional, aunque en 2018 y 2019 alternó entre torneos juveniles y profesionales. En diciembre de 2019 ganó el torneo ITF NECC-Deccan, dotado con 25 000 dólares, en Pune (India), su mayor título hasta la victoria en el US Open. Emma Raducanu celebró su primera participación en el cuadro principal de un torneo de la WTA a principios del verano de 2021 con una wild card en el Nottingham Open, pero perdió su partido de primera ronda contra su compatriota Harriet Dart.

En junio, Emma Raducanu volvió a recibir una invitación, esta vez para Wimbledon, y se aseguró así su primera participación como profesional en el cuadro principal de un torneo de Grand Slam. Con solo 18 años, se convirtió en la británica más joven de la era Open en alcanzar la cuarta ronda de un torneo de Grand Slam. Sin embargo, tuvo que abandonar en su partido de cuarta ronda debido a problemas respiratorios. Al alcanzar los octavos de final, Emma Raducanu ascendió al top 200 del ranking mundial, después de haber comenzado el torneo en el puesto 338. Después de Wimbledon, se separó de su entrenador Nigel Sears, suegro de Andy Murray, y contrató a su antiguo entrenador juvenil Andrew Richardson. Antes del US Open, alcanzó su primera final WTA 125 en Chicago y subió al puesto 150 de la clasificación de la WTA.

Campeona del US Open 2021

Aunque Emma Raducanu había mejorado su clasificación en la WTA pasando del puesto 338 al 150 en dos meses, no fue suficiente para clasificarse para el cuadro principal del US Open. En su lugar, tuvo que superar tres rondas de clasificación, que ganó sin perder ningún set. Una vez en el cuadro principal, siguió avanzando sin perder ningún set hasta la final, derrotando a varias jugadoras mejor clasificadas por el camino. De este modo, se convirtió en la primera clasificada de la era Open que no solo alcanzó las semifinales y la final del US Open, sino que también ganó el torneo.

En un emocionante partido con numerosos intercambios de alto nivel, Raducanu derrotó a Leylah Fernández en dos sets. Fue el primer duelo entre adolescentes en una final del US Open desde 1999, cuando Serena Williams ganó su primer título de Grand Slam contra Martina Hingis. Con este éxito, su primer título a nivel WTA, Emma Raducanu se convirtió en la primera ganadora británica de un Grand Slam desde 1977, cuando la legendaria Virginia Wade, que por cierto se encontraba entre el público, triunfó en Wimbledon. La victoria en el US Open catapultó a la joven británica al puesto 23 de la clasificación de la WTA, con lo que sustituyó a Johanna Konta como número uno británico en tenis femenino.

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